miércoles, 12 de mayo de 2010

Ella y yo

Anoche tuve una experiencia bastante ajena a mi, pero tan real como la sangre que, creo, corre por mis venas. Me encontré con este ser tan ansiado algunas veces, otras tan odiado, y lo mas raro es que lo vengo cruzando bastante seguido por estos tiempos, aprendí a tenerle un aprecio particular, ese tipo de aprecio que uno demuestra no mediante signos afectuosos sino con demostraciones de respeto. Mas extraño es encontrarlo en lugares que anteriormente le eran ajenos, en un primer encuentro el recuerdo es de una intimidad total, de un encuentro de dos seres únicos e irrepetibles en la historia del mundo. Precisamente podría identificar el momento en que esa relación se hizo publica, igual no sé si sonará interesante esa historia para oídos ajenos, pero puedo asegurarles que en mi persona repercutió con una magnánima expresión de dolor, de esas que retuercen absolutamente todo lo que se encuentra debajo de la piel a la altura del pecho, y que por mas intentos que hagamos de explicarle a alguien lo que nos esta aconteciendo en ese momento, el que este junto a nosotros nos mirará, nos examinará y nos diagnosticará con una insoportable levedad:

- No tenés nada, debes de estar muy cansado, relajate y vas a ver que no es nada.

Y la puta madre, como para peores el que te dice eso es un Señor Doctor altamente recomendado, con sus diplomas enmarcados y seguramente bien ganados, no digo que no, que espeta su diagnóstico como quien le da una palmadita a un nene cuando se pega un porrazo aprendiendo a andar en bicicleta sin las rueditas de apoyo. ¿Cómo me vas a decir eso man?, a mí me duele, pero sabiendo que no hay mucho mas por hacer ahí, juntas tus cosas y seguís rememorando ese momento, solamente con la misión de darle una solución a todo ese rollo, y alguna vez me dijeron que la mierda mientras mas se toca mas olor hecha, no?; los interrogantes empezaron a hacerse presentes y obviamente los esquivaba de la mejor manera que se me iba ocurriendo y acumulándose cual legos se transformaron en una pared que se derrumbo en mi cara bloqueándome el paso por donde lo intentara. Como se imaginan no tuve escapatoria, solo sentarme a contemplar esa pared, esos ladrillos apilados y derrumbados, no sé si es de practica común para ustedes, pero al contemplar uno no hace nada, solo eso, contempla, contempla un paisaje, la situación, los personajes, las partes pero sin tratar de darla una forma, si la contemplación se encamina de la mejor manera esas partes por su cuenta van a concluir en alguna forma que nosotros querramos o mejor dicho necesitemos ver. Encontré espejos en los cuales me reflejaba yo, me veía sin verme, como si un espejo en realidad fuese una cámara, me veía en movimiento transitando por mis lugares, yendo, viniendo, entrando, saliendo, llegando, partiendo, aquí, allá y un poquito mas allá también; la exasperación tomó posesión de mi al verme que siempre, les puedo asegurar que siempre absolutamente en cada una de las imágenes que ví, de los lugares en los que me vi, siempre estaba acompañado, siempre con este ser a mi lado, pegado como si fuese una extensión de mi sombra. Llámenme hipocondríaco, perseguido o como más les plazca, pero la sensación de sentirse observado todo el tiempo no es de las mejores que me toco atravesar, y cada vez las imágenes que aparecían eran más, era como un caudal de agua que arrastraba todo lo que se le cruzaba, llevándose lugares, personas, y no se también se llevaba autos, trenes, todo, todo lo que yo había visto segundos antes, donde me había reconocido dejo de existir y ahí termino la magia de la contemplación, ahí vi todo lo que necesite, fue donde encontré alguna de las tantas respuestas que había esquivado. En este momento fue donde empecé a elaborar mi maquiavélico plan, generar el encuentro con este, para ese momento, despreciable ser; volví de la oficina, pensé como iba a elaborar una cena de esas con poca luz y mucha intensidad, me relaje, y puse mis manos en la cocina, que si bien no es mi especialidad pero sé que es uno de los atributos que más me resaltan. Una vez concluida mi obra, me senté en mi sillón y ahí llego ella, nos miramos sin hablarnos, nos sentamos, serví la mesa y en cuanto atiné a despejar esta idea loca que daba vueltas en mi cabeza se inclina hacia mi con una voz muy sugerente diciendo tanto con su boca como con sus ojos:

- No pienses mas, no te enrosques mas que te va a hacer mal, y si soy yo, soy ella.........

- Quien? Decime quien sos que me seguís por tod..........

Ahí me interrumpió tan brusca como dulcemente sin dejar que concluya mi pregunta y me sentenció:

- Sí, soy tu SOLEDAD.

lunes, 10 de mayo de 2010

Que días mas intensos estos…….

-¡Que días mas intensos estos!!!, sobre todo porque es de practica común restarles importancia a los días que mas cosas nos regalan, ¿no?
Cuantas veces me encuentro solo y maldiciendo porque un día me despertó con la intensidad del sol al mediodía y me despide con lo alto de la luna, y a pesar de la magia que este astro nos regala, esa luz bien blanca, intensa que nos ilumina al atravesar un campo, o se nos refleja en algún espejo de agua como invitándonos a seguir, a rendirle un culto por su hermosura; y aun así lo que nos conmueve en ese momento es el vacío de no haber generado ni transformado nada para ni por el mundo, y mucho menos para o por nosotros. Esos días muertos, algunos los llaman feriados, francos, asuetos, domingo, y podría seguir infinitamente en mi afán de clasificarlos de alguna manera que no me transforme en un ser totalmente inerte.
Cuantas veces me jacte de que cual o tal personaje que me toco cruzar en la historia de mi vida es un ente, un personaje que no da nada a su mundo, no le retribuye absolutamente nada como ofrenda siquiera a ese inconmensurable regalo que fue su vida.
Cuantas batallas habré librado para que eso no me pase a mi, para no concluir la metamorfosis de mi camino en un ser inerte, o peor en algún parasito que consuma los recursos de mis seres “queridos”. Quien me dio el derecho de emitir un juicio de valores sobre alguien mas que yo, si precisamente sobre mi no podría decir mucho mas que sobre aquellos.
Creo, ya mirándolo a la distancia, que este fue uno de los principales surtidores en el combustible para este viaje que fue empezado hace ya un tiempo atrás. Intentando de estar todo el tiempo ganando experiencias nuevas, reviviendo sensaciones pasadas, buscando lugares que en algún momento parecieron recónditos e inalcanzables; y gran sorpresa para mi hoy son casi de una cotidianeidad totalmente natural.
Casi aleatoriamente se desprende de mi una sensación bastante bipolar, hay momentos en los que me miro como en tercera persona y me veo como este ente tan repudiado y otros en los que me asombro de las ganas que nacen en mi interior de escribir, leer, aprender y seguir aprendiendo cada día mas sobre mi ser y sobre los que me rodean. Estas experiencias que alguna vez les habré contado te transmiten estas personas nuevas o algunas ya viejas conocidas, pero que todo el tiempo transmiten una mística adoctrinaria en la que vas encontrados soluciones nuevas a viejas trabas que seguramente en algún momento del camino considerabas infranqueables, y es aquí donde te alimentas de una esperanza concreta, tan concreta como uno. Una esperanza que te mueve, te empuja a seguir en este camino, te ilumina los lugares que en alguna situación consideraste que eran tan oscuros, de un negro tan intenso que te invento una ceguera totalmente ideada en tu cabeza.
Entonces hoy mi propuesta seria………….. si ya se, agarrarme lo mas indisolublemente posible de esta esperanza y así poder reconquistarme, volver a sentir cosas que ya había ganado, no se si les habrá pasado pero en mi caso particular a veces después de alguna situación bastante fundante me veo, mejor dicho me reveo y encuentro en ocasiones al final de la historia cosas que no tenia cuando entre en ella, pero eso es bueno, eso es lo que le pasa al hombre, eso es lo que le tiene que pasar al hombre, sino para que emprender un camino?. Pero la incomodidad me surge cuando veo que me faltan cosas, me faltan en este recuento sensaciones que ya había dominado y ahora no están, me faltan personas, faltan ganas de emprender otra historia y aquí es donde me toca la frustrante experiencia de volver a empezar, si bien es cierto que siempre al pasar por esto uno se ve parado de diferente manera frente a la vida, pero igualmente es este volver a encontrarme que duele. Pero aunque me sienta extraño viviéndolo siempre uno siente esa inexplicable e inentendible esperanza absurda de que lo que esta por arribar es lo mas hermoso que nos depara este destino.
Quizás el nuevo interrogante es si queremos atravesar estos días tan intensos, ¿no?


Fragmento:
Que días mas intensos estos
no se pa´ ti pero pa´ mi
cada instante escarba mas adentro
que días mas intensos estos
Mis ojos no cierran
esperan
no guardan descanso
espera que traigan sorpresa los días
pues traigo un par de sueños acá
anhelando hacer vida
no quiero ser un tornillo mas
en la maquina de demoler
no quiero ser un soldado mas
en la guerra de poder
quiero reencontrar la inocencia
y la pureza tal vez
y si es posible querer sin ver a quien
y sin saber porque
me vendría muy bien

Mi alma se escapa
se entrega
no guarda descanso
espera que traigan mas reto los días
pues la cicatriz hizo mapas en mi piel
que orienta mi vida
no quiero estar un minuto mas
sin cultivar algún saber
no quiero ver otro día llegar
sin crecer porque hoy no es lo mismo que ayer no, no, no

Cultura Prófetica