martes, 29 de junio de 2010

Espejos

El hombre comete algunos errores, eso no es nuevo, pero quizás el error inconciente que muchas veces lo entendemos tarde o quizás, lo mas seguro, es que nunca lo entendamos; es al intentar vernos, identificarnos, reconocernos como seres individuales e irrepetibles encontrarnos con la imposibilidad en todo lo que se prolonga la eternidad de lograr describirnos con las mismas características que el ser pensante mas allegado con el que podamos contar.
Uno, como primer mecanismo, lo que atina a reflexionar de esta frustrante experiencia es un desconcierto de los mas intensos. Esa sensación de no reconocimiento, de no poder llegar al fondo del pozo de nuestra alma, y la parte frustrante, creo yo, empieza a jugar al ver que el camino que recorrimos hasta este punto no es nada fácil, por el contrario, es de los mas sinuosos que hayamos elegido caminar. Con tantas paradas que ya olvidamos cual fue el punto de partida, habiendo recorrido tantos rincones, habiendo conocido tantas hermosas historias, habiendo descubierto tan horribles situaciones, que aunque intentemos dimitir del mismo al intentar pegar la media vuelta y desandar la ruta por la que veníamos casi con una soberbia certeza no podamos lograrlo. Fueron muchas sensaciones en un lapso de tiempo totalmente atemporal, si intento cronologizar toda esta historia no me darían las unidades que llevaría esta línea de tiempo por más que las recalculemos cuantas veces quieran.
En el común del ser como ser mismo esto generara una desazón difícil de expresar con palabras, de hecho soy un convencido que en oportunidades el peor enemigo del hombre son las palabras mismas, la intención de racionalizar estas estrellas gestadas desde un lugar diametralmente opuesto al raciocinio como son las marcas de nuestro espíritu, de este alma tan contenida, tan cuidada a veces y tan maltratada otras tantas.
Y al finalizar un incontable numero de vueltas que he intentado aplicarle a este pensamiento me tope con dos personas que pensaron lo mismo que yo seguramente pero con un contexto académico que los respaldara, siendo los mismos Luft e Ingham, quienes me dieron alguna herramienta mas en esta loca teoría del autoconocimiento inconcluso. Al entender que no éramos los únicos en el universo, por mas que es la falla del hombre mas veces registrada en el conocimiento colectivo de los seres pensantes; no a cualquiera me gusta llamarlo pensante, desarrollaron un mecanismo de reconocimiento que nunca podríamos completar de no ser que contemos con alguien a nuestro lado. Nos enseña que tenemos algunos aspectos de nuestro ser que no podemos ver, que indefectiblemente necesitamos de alguien de nuestro entorno para que podamos completar este cuadro de situación, podremos deleitarnos con tomos enteros dedicados a nuestra personalidad pero siempre hay un rincón que va a quedar vació, ese rincón que lo puedo completar única y exclusivamente el otro.
Debo admitir que en ese momento en particular las cosas cobraron un poco mas de sentido, y no era para menos, se hizo añicos uno de los paradigmas mas concretos que pude construir, pensamos a veces que la soledad y el aislamiento son señal de andar por el buen camino, por el de las resoluciones, de la conclusión de estos jodidos rollos interminables de porqués carente de sentido ya para esas alturas. La respuesta era simple, no lo veo porque no puedo, porque no esta a mi alcance, tanto racional como espiritual, de alcanzarlo, necesito de alguien más que me sirva de sarmiento en lo que resta de esta parte del camino.
En ocasiones los caminantes requieren de esa guía, pero cuidado con esto, no lo veo como una actitud mandataria, todo lo contrario, si se quiere es un espejo de uno mismo, como caminantes muchas veces queremos acomodar cosas en lugares que no caben, meter cuadrados en triángulos y no es por otra razón que no levantar el mentón y ver que es lo que vemos precisamente.
Disfruto de la idea que me nace al entender los movimientos de los seres como sensaciones, como sentimientos, donde es lo único que importa, yo genero este sentimiento para con mi historia, y esto es lo que genera repercusiones en los demás, el ver esta luz que nos explota dentro de una manera tan calida e incandescente que es imposible el otro no la sienta.

Entonces no estaría mal que nos movamos con estas explosiones, que empecemos a ver al otro como ese espejo donde refracta esta luz, seria de costumbre en incansables oportunidades no ver el reflejo nuestro, lo que no debería ser motivo de tristeza y pesadumbre, esto debería tomarse con un punto álgido del conocerse, debería ser una alegría la de poder reconocer mi sentimiento como disparo de largada y casi con seguridad la llegada este muy próxima a ese reflejo.
Lo que digo es que el mundo seria un lugar mas hermoso todavía, por si le faltara algo para serlo, si nos rigiéramos por ese espejo, lamento no haber reconocido este reflejo en el camino, seguro ví destellos de esa luz, no me cabe duda, pero no pude ver la plenitud de mi explosión todavía.
Doy gracias al conocer gente que esta prendida fuego, imposible no ver su intensidad, y también ví compañeros con la misma falencia que la mía, pero nada, la búsqueda debe ser tan profunda, tan pasional como incansable, una vez que encontramos esa luz en alguien y en ese mismo alguien veamos el reflejo de la magnitud de lo que generamos deberíamos tomar la determinación de simplificar la búsqueda, de hecho, deberíamos pensar de marcar ese momento como una meta, como una de las llegadas del recorrido; si esos dos reflejos se chocan de la manera mas vehemente lo que seguro experimentemos sea la primera vez que logremos calzar ese cuadrado en el triangulo, en el circulo y en donde nos propongamos. Aquí desaparecerán todas las falsas musas para convertirse quizás en la más pasional de ellas.
Lo cual desprendo de toda esta idea es cuanto tiempo hace que no me veo al espejo, ¿y vos?

martes, 15 de junio de 2010

¿Por dónde era?

Esta llegado el día en que los dos mundos se choquen, esa intersección que se hace tangente a un punto, donde los conceptos quizás no sean antitéticos pero tampoco son equivalentes, en efecto dudo que hasta sean compatibles.
¿Podrá uno elegir de que lado vivir? Sabrá uno ver tanto el lado oscuro como el lado iluminado de la vida.
Siempre me llamo la atención algunas líneas que expresa Meana en cuanto a las distintas vidas que vivió, donde va enumerando cuantos rincones de su propia vida el pudo reconocer, y casi me pude ver en varios de esos rincones al replantearme distintas visiones sobre mi propio ser y seria un necio al no reconocer que mi vida, mejor dicho, mi visión para con mi vida fue mutando para lugares donde me costo sentirme yo, donde no podía explotar todo este potencial como persona; pero también están estos lugares donde me halle de una manera bastante primitiva, donde estas sensaciones tan primarias como concretas se van manifestando tal manantial de agua incansable buscando suelo fértil y el único aspecto negativo de hacer esta analogía que encontré, y por esto es mucho mas real todavía, es esa sensación de un torrente de agua que sale de las entrañas de la tierra trayendo consigo una carga tan rica de componentes que nos regala nuestra madre y a la vez tan efímera que al intentar contenerla en las manos se escurre entre nuestros dedos sin poder hacer absolutamente nada para retenerla y si lo piensan seria una locura no compartirla con nadie, ya que todo eso que trae hace crecer vida en todo lo que vaya tocando a su paso. Y así estoy yo, así esta mi mundo, en el viaje pude encontrarme con sensaciones, acciones y reacciones que no se donde se escondían, pero que a través del tiempo vi como las intentaba contener.
Resulto que el hombre es tan crédulo de las cosas sin sentido que cree poder mantener la presión constante de algo tan puro como el agua, mediante mecanismos creados por el mismo hombre, y nada, ella siempre encuentra la manera de seguir, de cambiar el curso pero seguir, nada puede detenerla.
Y eso mismo pasa con el hombre, no puede contenerse eternamente, eso que lo hace quien es no puede vivir reprimido, y de alguna manera u otra la vida es tan sabia que te hace cambiar el curso para que sigas humectando al mundo de vos, de tu esencia.
Entonces ahí el mundo se tiñe de colores que te dan vida, te invitan a seguir en la búsqueda de tu conocimiento, con este afán irreprochable de compartir tu vida. De mostrar al mundo que te rodea que siempre hay alguien de la vereda de enfrente invitándote a cruzar, que el agua debe encontrar su curso para llegar al suelo, que no debe existir la mínima posibilidad de no encontrarnos.
Lo irremediablemente doloroso fue la sensación de saber que no muchos ven hacia el otro lado de la calle, y eso es lo que disfruto y no me canso de contar……… siempre hay alguien en la vereda de enfrente.
La vereda tiene muchos conceptos sociales, construcciones llenas de ideologías políticas, de maneras de encontrarte con una infinidad de situaciones y sensaciones, el problema es nadie te contó nunca de que lado pasan las cosas buenas, en que costado de la vida uno juega a la felicidad feliz y en cual se hace carne la plenitud del hombre y si alguna vez pensé que con solo levantar el mentón y fruncir el ceño encontraría una formula mágica fue por desesperado y ansioso. Seria obvio detenerme en el detalle de las crónicas de la cantidad de los cruces que fueron sufridos por las calles de mi vida como en cuanta oportunidad tuve la posibilidad de lograrlos. Muchas veces fueron exitosos y otras tantas desastrosos, pero lo que nunca me arrepentiré es de haberlos hecho vivos, de gestarlos y criarlos hasta que fueron maduros y tomaron vuelo propio. Una de las pocas certezas que porto con orgullo ante mis pares es el de hacerme cargo de mis creaciones y sus gestaciones, son las pequeñas cosas que van rellenando el pergamino de nuestra identidad al fin de cuentas.
Solo que en frente me tope el escollo mas insoportable que hasta ahora pude embestir con absolutamente toda mi integridad, siendo esta ruleta que no para de girar para que me diga, hoy, en cual de los colores estoy vertiéndome.
Después de tanto caminar, sentí un cansancio repentino y me acosté a dormir una siesta reparadora, solo que al despertar no supe descifrar en que vereda estoy; ¿será que no son tan distintas?







miércoles, 2 de junio de 2010

¿Escondidas?

Hace mucho que no te veo, en un principio te busque, libré una ilusión que portaba este frenesí tan peligroso como seductor.
Pensé encontrarte en varios rincones, en distintos momentos, sé que te encontré, sé que te impulse a escapar.
Aprendí a descifrarte, pensé que eras uno e iluso de mi, ví que sos varios, vi que sos tan infinito como algo que, pensé, nunca vería.
Tenías un rostro, fuiste tangible, fuiste mutando por distintos rostros en la historia y hoy por primera vez no tenés facciones ni colores, sos un enigma.
Y hoy acá estamos, la realidad me desasna, me despierta jugando a las escondidas con vos, sin quedarme muchos lugares donde encontrarte.
La vida es así, cuando sentís estar preparado para enfrentar uno de los desafíos más difíciles, te sentís confiado para atravesar esta experiencia, pero justo ahí la vida te llena de desencantos y te dice:
- ¿Estás preparado?¿De verdad?...........

¿Y quien te dijo que tenias que estar preparado para el AMOR?