Y aprender a desaprender
Que no es contradicción, es enmendarse
No todo lo que se ve es realidad
No todo lo que se escucha es la verdad
Cultura Profética
Estas letras de canciones uno las tararea, las escucha, las lee pero rara vez las entiende de primera vez.
Algunas veces pasamos años escuchando agradables melodías pero sin sensibilizar el alma con esto.
Uno crece, según la psicología social, en un grupo que lo delimita en sus acciones hasta que nos convertimos en seres socialmente aceptados, sin sobresalir demasiado del resto, solo encajando medianamente en algo que alguien alguna vez pensó era lo mejor para que el equilibrio del mundo sea eso y no un caos anárquico en toda su concepción.
Pero hay algunos otros que te empujan a que simplemente pienses que pasaría si la historia fuese otra, ¿no?
¿Que pasaría si uno pudiese romper ese molde que alguien hizo para vos?
¿Que pasaría si en algún momento empezás a sentir algo nuevo?
El problema para muchos radica en esa pequeña posibilidad, en tener que vivir algo para lo que nunca nos prepararon, una vida que se construya día a día, y es un esfuerzo doble, como dicen mis amigos en esta estrofa que precede a todo esto; es ese aprender a desaprender para empezar a crear, a crearnos como seres mas pesados. Dejar de ser esos seres livianos sin compromisos ni responsabilidades propias, donde lo que realmente se juegue sea nuestro ser completo, donde en cada decisión, en cada paso dado lo único que se juegue sea nuestra persona en todo su esplendor, y así ganando peso ganamos miedos casi en la misma magnitud.
Yo por mi parte al levantarme todos los días trato de no olvidar el agradecer al Inti por la sonrisa que me dibuja en el rostro, pidiendo que me regale un poco de paz conmigo mismo, recorriendo así mi camino a la felicidad y como me dijo un amigazo escuchando arte que es la única manera de escucharte.
Algunas veces pasamos años escuchando agradables melodías pero sin sensibilizar el alma con esto.
Uno crece, según la psicología social, en un grupo que lo delimita en sus acciones hasta que nos convertimos en seres socialmente aceptados, sin sobresalir demasiado del resto, solo encajando medianamente en algo que alguien alguna vez pensó era lo mejor para que el equilibrio del mundo sea eso y no un caos anárquico en toda su concepción.
Pero hay algunos otros que te empujan a que simplemente pienses que pasaría si la historia fuese otra, ¿no?
¿Que pasaría si uno pudiese romper ese molde que alguien hizo para vos?
¿Que pasaría si en algún momento empezás a sentir algo nuevo?
El problema para muchos radica en esa pequeña posibilidad, en tener que vivir algo para lo que nunca nos prepararon, una vida que se construya día a día, y es un esfuerzo doble, como dicen mis amigos en esta estrofa que precede a todo esto; es ese aprender a desaprender para empezar a crear, a crearnos como seres mas pesados. Dejar de ser esos seres livianos sin compromisos ni responsabilidades propias, donde lo que realmente se juegue sea nuestro ser completo, donde en cada decisión, en cada paso dado lo único que se juegue sea nuestra persona en todo su esplendor, y así ganando peso ganamos miedos casi en la misma magnitud.
Yo por mi parte al levantarme todos los días trato de no olvidar el agradecer al Inti por la sonrisa que me dibuja en el rostro, pidiendo que me regale un poco de paz conmigo mismo, recorriendo así mi camino a la felicidad y como me dijo un amigazo escuchando arte que es la única manera de escucharte.
