lunes, 19 de abril de 2010


Que fea sensación hermano, la historia de la soledad no es tan bonita como todo tu entorno te hace creer. Seguramente todos en algún momento complejo de nuestras elecciones fuimos adoctrinados como para que el golpe recibido no duela de la peor manera, y es aquí donde se hacen presentes esos fantasmas del luto, y te cuentan como lo tenés que pasar, o como deberíamos vivirlo para que duela menos, o por lo menos para que sirva para algo; personalmente no suelo hablar de este tema porque sé que no es de ninguna de las maneras que se me pueden llegar a ocurrir, que mi perturbada mente pueda imaginar. El tema de alguna perdida o de alguna separación, y ojo que quiero aclarar que cuando uno habla de perdida casi nunca habla de una muerte, sino que se siente que al mundo le cuesta reconocer una perdida en vida, a veces es más difícil de concebir, que uno pueda dejar de ver a un amigo, a una pareja, a una familia entera si se descuidan. Esa perdida casi con seguridad que no duela en general a un primer análisis, siempre hablando de tiempos irreales, o sea uno hace un análisis en el tiempo en el cual una vez transcurrido ya cree que debería estar todo resuelto, pero seguramente en ese tiempo no haya llegado ni a asomar la punta del hilo.
Entonces empezamos a tomar la peor de las posturas quizás, que es la de activarse, querer tomar decisiones, concretar proyectos inconclusos basados en lo que creemos es una realidad de la cual no tenemos ni idea. Uno siente, que pensando en todo como un final, que el dolor fue tan escueto que siquiera quedo marca de su paso........

Que errado estaba al intentar esbozar ese pensamiento, me encontré con faltantes en uno y cada uno de los pasos de esta difícil empresa, la de elaborar una hipótesis, para demostrar esta tesis que nunca alguien puede sustentar; ILUSO!!!!! Como pensé en algo tan descabellado, fue una de las primeras sensaciones al darme cuenta de mis faltantes. Automáticamente deje descansar estos papeles ya decolorados para algún momento que me encuentre inspirado por otra musa y no la soledad.

Y quizás en esta serie de eventos desafortunados hayamos perdido el norte de nuestra historia, mejor dicho de nuestro momento presente, nuestra historia esta bien donde esta, pero se ve que la añorada soledad ya no es tan bienvenida como imaginaste. Personalmente son varios los momentos en que la soledad y yo nos convertimos en íntimos confidentes, el error esta en creer que siempre va a ser igual, lo que quiero decir con esto es que no siempre la soledad nos llega en el mismo momento, no siempre duele, no siempre te grita en la cara, no siempre te deja doblado en tu cama, sino que a veces te hace disfrutar mucho de vos, te hace reconocerte en virtudes que creías extintas de tu persona. Lo más raro es que dependiendo del momento que atravesemos es la figura que adopta, esa doncella seductora e irresistible o ese monstruo antológico que nos arroja a una persecución épica seguramente sin final feliz.
Este es un mambo complicado, te podes despertar en los brazos de alguna persona, conocida o no, fruto de la traición de tus sentidos, te podes despertar en otra ciudad donde nadie sepa nada de vos, te podes despertar en tu lecho solitario con un vació entre tus brazos, una presión en el pecho que se podría traducir como signo visible de alguna decisión errada.
Es difícil recibir al alba una carta de desesperación en tu corazón, abrir los ojos y buscar una salida de un cubo cerrado herméticamente, estirar tu brazo derecho y solamente encontrar una almohada vacía de perfume; sin darte cuenta te decis que ya estuviste ahí, que no tenes interes en volver a recorrer esos callejones, que cuando pasaste la ultima vez por ahí te juraste no volver a mirar a los ojos de esos habitantes grises, des esas sombras con las que te toca compartir el dia, ese dia, esos dias.

El tiempo pasa creyendo que vamos ganado el partido a la inexperiencia, que la primera vez que llegaste a jugarlo lleno de ilusiones, lleno de vida te pasaron por arriba como si pertenecieras a un equipo de alguna división bastante inferior, fuiste “entrenando” en otros clubes, te mudaste de barrio y te fueron dirigiendo muchas personas distintas, entonces decidís que es momento de volver a jugarlo, de ofrecerla la revancha a esa hija de puta.
Te sorprendés al ver que es mucho más parejo que la ultima vez, de hecho ni un gol te pudo hacer, y ahí, en cuanto menos te lo imaginas, en los últimos minutos (como diría mi gran admirado Alejo Apo), te gambetea en el aire y deja plasmado una de las obras de arte más hermosas que la humanidad pudiera apreciar, con el único costo de absolutamente toda tu ilusión, dejándote en el umbral de la angustia, sintiendo que quizás nunca estés a la altura de este compromiso.
Bueno ya les pinte el cuadro, espero que lo sepan apreciar, cuantas veces pasamos por el mismo paisaje, no? Totalmente aterradora la idea de que no sea algo que podamos sortear sin que siempre tropecemos en alguna piedra del camino.

Después esta también este otro inconveniente, vemos cualquier oasis del desierto como el paraíso, cualquier indicio de una buena onda te hace navegar en un mar de inconsistencias, de desapegos baratos, de ilusiones casi ópticas. Pero en tu rosca no sabes de donde agarrarte y cualquier pilar, por pequeño que sea a vos te parece que puede ser piedra fundamental de algo, no vale la pena que siga explicando como terminan estas cosas, ya todos hicimos un acuerdo tácito para determinar que estas historias terminan generalmente como el orto. Pero así y todo estos acuerdos tienen la misma validez que cualquier acuerdo firmado en la época colonial, vieron que siempre los nombra cualquier política de estado, pero de respetarlo nada. Así funcionamos los hombres, las mujeres no se como funcionan, de hecho si lo supiera tendría tantos problemas menos que...... pensándolo bien no creo que tenga problema alguno, jeje.
Pero bueno retomando la historia es bastante compleja, pasamos la vida esquivando problemas, compromisos dentro de los compromisos, guerreando por una libertad que parece inalcanzable, y en un pestañear ya esta, pasamos la dolorosa situación de afrontar esa perdida de la que venia hablando, y si, todo tu tiempo es tuyo, ya no hay nada mas, no hay nadie que se interponga entre vos y vos; se te abre un cielo que no conocías, uno que va mas allá de las nubes, donde el infinito empieza tomar sentido y solo te queda disfrutar todo esto.

Habrán escuchado eso que venimos al mundo solo y solos nos vamos, ¿será tan acertada esta proposición? ¿Realmente somos tan omnipotentes y polivalentes como para no necesitar a nadie nunca mas?

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